Paisaje urbano: el tachero

Domingo a la madrugada, Av. Corrientes, Abasto.

Estaba esperando el 124 que nunca vino y me dije «mah sí, chatumadre, me tomo un taxi».

tachero

Los taxistas en casi todas partes del mundo (pero especialmente en Argentina) tienen esa característica de ser psicólogos, DT, economistas, presidentes, abogados, consejeros, etc. Es decir, globalizando, una suerte de «todólogos».
Como todo todólogo, son tipos de mundo, mundo limitado a los 2 o 3 metros cuadrados que corresponde al compartimento del auto (en algunos casos son menos).
No solo que hablan de todo sino que generalmente termina siendo un cuasi-monólogo ya que monopolizan el flujo de la conversación.

Típicas frases para romper el hielo y otras frases sueltas que le ponen color al diálogo:

  • ¡Qué tiempo de mierda!
  • ¡Qué quilombo que se armó con el piquete hoy!
  • No sé adonde vamos a llegar con este gobierno
  • Pero que cacho de mina… son todas putas
  • ¿Eso es un traba? no lo puedo creer
  • Qué desastre Passarella
  • ¡Pero estos negros de mierda!
  • ¡Hay que meter más bala, mano dura!
  • ¿Vamos por A o por B? (si sabés que por A es más corto, ¡no me cagués!)

Me subí al tacho y:
– Buenas noches, Juncal y Ayacucho.
[…]
Al mejor estilo Crazy Taxi arrancó y una cuadra inauguró el monólogo:

Tachero – Viste(s) que empató Independiente, ¡qué cagada!
>> cri cri cri cri <> cri cri cri cri <<
Me iba bombardeando con la última información deportiva y después retrucó con:
– Vos sabés que hoy a la tarde subió un flaco que me pidió lo lleve hasta San Antonio de Padua. ¿Sabés dónde queda?
>> cri cri cri cri <<
– emmm, sólo conozco de nombre pero…
– Bueno la cosa es que con ese viaje fueron 60 pesos, imaginate un sábado a las seis de la tarde, ¿no voy a agarrar un viaje así? ¡Vamos, te acompaño le dije, jajajajaja! (y se festejaba solo el pobre)
– um

Mas adelante, sintonizó una radio que pasaba tango.
– ¿Qué hora es?
– ermmm…
– Dos menos diez, no creo que lo pasen. Porque quiero escuchar a ver como está Maradona. (¿si la sabe pa qué pregunta? encima hay que ser Mandrake para saber de qué me estaba hablando).
– aaah (qué carajo me importa)
– Yo no entiendo, tipo con guita, con fama y se viene a hacer pelota así, ¡qué boludo! ¿qué necesidad tiene de …?
y bla bla bla bla bla
Si este tipo hubiese sido el consejero de Maradona tal vez lo hubiese llevado al éxito, tal vez hubiese sido diplomático, escritor o incluso futbolista (what?), pero bueh.

Es evidente que la especie «tachero» (con sus derivaciones como remisero) es una de las más solitarias que viajan de aquí para allá sin ningún sentido de pertenencia más que su auto.
Este hombre parecía necesitar alguien que lo escuche y le festeje cuanta boludez e incoherencia decía. Es justamente lo que no hice. Bah, hice que lo escuchaba, mientras trataba escuchar lo que escupían mis auriculares. Desistí de eso porque el tipo éste hablaba muy fuerte.

– ¿Te dejo en la esquina? 5,75 serían.

Lo bueno de ser tachero es que el tipo se desquita: «maneja como un Schumacher» (con los consecuentes riesgos), hace terapia durante el viaje y encima le tenemos que pagar.

Es un elemento más del paisaje gris y urbano de esta ciudad, al igual que la llovizna, el smog, el ruido, los edificios, la gente que te pisa y te putea, el colectivo que te atropella, el perro que te mea y… que bueno que ya llegué al pub. Necesitaba bajarme fernet un 😀

3 comentarios en “Paisaje urbano: el tachero

  1. deberias ir en bondi, con unos buenos auriculares, o en subte… ahi no te van a decir ni permiso, es mas, si te hablan es para putearte. 😉 que el tachero te ponga la mejor onda esta re bueno, es un fiasco cuando no te dicen ni buenas tardes… aparte todos los argentinos somos asi, todos somos cultura gral y tenemos la solucion a todo en una charla 😉

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